lunes, 7 de mayo de 2018

Crónica sobre el Tamal



Aquel día y el Tamal


El pasado 24 de junio del 2017 me encontraba viajando por el departamento del Tolima, estaba comenzando el día y mi desayuno estaba envolatado, decidí salir, conocer e investigar un poco sobre este departamento. Aun siendo las horas de la mañana un olor muy peculiar me atrajo hacia un lugar en donde había una olla gigante afuera de una panadería, sin quedarme con la intriga, pedí el favor de que me abrieran la olla y efectivamente era el olor que buscaba. Dentro de ella había una bola envuelta en unas hojas vegetales que no logré identificar, dudaba sobre aquella envoltura preguntándome a mi mismo si las hojas eran de plátano, bijao, maguey o aguacate y si estas estaban siendo cocidas en agua o al vapor.

Eran las once de la mañana, no había desayunado y tenía hambre; no me resistí así que decidí amablemente pedirle a una señora que trabaja en aquella panadería, que por favor me dijera como se llamaba eso que estaba en la olla para poder pedirlo por su nombre, y así fue; Pedí un Tamal, me senté a esperar en una de las mesas del lugar mientras llegaban con mi Tamal, la señora que me atendió lo destapó cortando una cabuya que lo envolvía, me imaginé que era para mejorar su cocción y que no se le filtrara el agua, quizás tenía muchas dudas pero primero quería probar.

Al meter la primera cucharada a mi boca tuve que llamar nuevamente a la mesera por un chocolatico caliente, al voltearse tome su codo y sin pena alguna le dije que quería saber sobre el Tamal, que contenía este alimento, como lo hacían y un par de dudas que se cruzaban por mi mente.

La señora al notar mi curiosidad contestó con su acento un poco sonriente ¿le gustó verdad?, después de aquella pregunta que respondí solo riendo, ella me empezó a contar; El Tamal esta compuesto por  maíz blanco trillado, pollo cortado en trozos medianos, sal, comino y pimienta, tocino con cuero, costilla de cerdo, cebolla larga picada,  ajo machacado, Achiote, arroz cocido,  arveja seca cocida, papa pelada y picada, zanahorias cortadas en rodajas, huevo cocido y está empacado en hoja de plátano soasadas y amarrado con una cabuya. Mientras ella narraba todos los ingredientes, yo disfrutaba cada vez mas de aquel sabor inigualable que tiene el Tamal.

Miré mi reloj y ya era medio día, sin afán alguno seguí escuchando detenidamente lo que la señora me contaba, pues ella había confirmado cada una de las sensaciones típicas que se habían revuelto en mi boca. La charla seguía y la información por parte de ella cada vez era más entretenida y divertida; sin darme cuenta la panadería ya estaba llena y la mayoría de las personas estaban comiendo Tamal, sin quedarme nuevamente con la intriga le pregunte a ella si todos los días eran así, sonriendo me dijo, no siempre, lo que pasa es que hoy 24 de junio se celebra el día del Tamal.

Cada vez estaba más sorprendido, pues había probado una de las comidas típicas mas ricas del Tolima y no siendo solo eso, estaba ahí en aquel lugar celebrando su existencia. Sin duda alguna fue la mejor bienvenida acompañada de un Tamal.
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